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Reutilízame: casita de cartón

El Santo ya es propietario. Las calidades dejan mucho que desear, como es habitual en la construcción moderna. Pero él está tan feliz y sin hipoteca 😉

Esta es la historia de una madre que parecería que tiene mucho tiempo libre, pero noooo, y menos precisamente en el momento que le dio por darse al DIY. De hecho, desde que vio mentalmente su “obra” hasta que la pergeñó pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, semanas. Bueno, no tantas, pero dos sí.
Y qué queréis que os diga, me daba ya cosa y asco tener una caja en la terraza cogiendo polvo. Así que el sábado por la mañana me dije, venga, a lo loco, sin cúter ni nada, ábrele un par de huecos a modo de puerta y ventana y listo. Total, para el raciocinio que tiene la criatura.

Luego le vi, emocionado en su zulo, y me dio como cosica. Y pensé bueno, mujer, ponle al menos un tejadito con las partes de la caja sobrantes y hazle ventanas tipo francesas, que le entre la luz a la criatura. Y empezar a darle a la imaginación y venirme arriba fue todo uno. Así que en el paseo matutino compré el cúter, el pincel y las pinturas más baratas que encontré y me lié la manta a la cabeza  aprovechando las dos inoportunas siestas de El Santo. Inoportunas porque debería habérselas echado después de comer para que nos acopláramos todos. Pero no.

Primero hice un tejado con las dos tapas de la caja que recorté que son la parte que pega al suelo de la mansión casita. No sé por qué eran cuatro partes (mí no comprender ahora que lo pienso). Las pegué de dos en dos longitudinalmente y a su vez entre ellas por los lados más cortos poniendo la cinta de forma que pudieran doblarse. Después pegué un lado a la caja poniendo cinta en la caja y dejando un trozo despegado para pegarlo en lo que iba a ser el tejado. Hice lo mismo con el lado contrario del tejado y reforcé con más cinta por dentro. Increíblemente quedó de lujo. Además hice algo que no hice con la caja, usar la parte de cartón, no la satinada con la publi de la marca de la empresa de la que recibí la caja que queda más feo porque la pintura no se adhiere tan bien. Error. Pinte el tejado lo primero para que se fuera secando mientras pintaba la parte de abajo.

Posteriormente recorté cuatro cuadraditos en las ventanas y dos en la puerta para dotarle de luz y de cuquismo al invento. Y me puse a pintar la puerta y el primer lado con ventana. Mejor pintar primero las paredes para poder maniobrar y mover puertas o ventanas, por cierto ya que si pintas las partes móviles antes te puedes ensuciar o ensuciar lo que pintas. El barato pincel se quedó por el camino y la mitad del proceso lo hice cogiendo solo la parte de los pelillos y el metal porque el palo se caía constantemente… Además debería haber comprado uno más ancho para acabar antes. Error.

Y entonces…. buaaaahhh, El Santo despertó. Y, lo que es peor, vio la casita y ya “atitaaaaahhh, atitahhhhh” o algo así sin parar y en bucle porque quería jugar con ella pero ¡estaba la pintura húmeda aún! La iba a liar parda así que hicimos maniobra de distracción, corrimos las cortinas del salón y superamos este escollo.

A la mañana siguiente, en la segunda siesta inoportuna, me puse manos a la obra para acabar antes de que se despertara. Medio grogui yo estaba pero con ilusión de terminar. El padre muy emocionado también y reconociendo los méritos pero más allá de traer agua limpia… Soy la artista de la familia, qué le vamos a hacer juas, juas, juas

El enano está emocionado con su casita. Quiere meterse ya recién levantado por la mañana. Se mete con juguetes, abre y cierra ventanas, saca sus deditos por los huecos, le entra la manía de que cierren perfectamente… No sé da cuenta de que ha “comprado” calidades malas. Je,je,je. Y a mí me lía porque pronuncia la palabra muy parecido a cómo dice “tetita” así que a veces no sé lo que quiere.

 

¿Os ha gustado la casita? ¿Le hacéis cosas similares a vuestros enanos? 

Yo ya caja que caiga en mis manos, algo que inventaré. Algo rapidito, por supuesto, que tampoco es que sea yo muy fina para estas cosas y se trata de entretener al enano, no de llevarlo a una galería de arte. Además, a ver lo que nos dura esta, que muy delicado el niño no es. Ha salido a madre.

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