Por qué no poner la tele a tus hijos
Desde siempre he tenido claro, por sentido común, que no quería que mis hijos vieran (mucho) la tele. O que la vieran lo mínimo posible. Puede parecer una postura muy extremista, pero tengo mis razones y soy flexible. Cada vez más. Además, no se me puede acusar de haberlo tenido fácil porque decidme a mí qué haces con un niño despierto alrededor de las 6 de la mañana día sí, día también. Sobre todo en invierno… más de noche que un cerrojo y frío en la calle. Pues nada, a aguantar. No te digo yo que si se hubiera despertado a las 5 igual la barrera psicológica hubiera sido ya infranqueable pero, vamos, que mi decisión en relación con niños y pantallas era clara. Y es que en realidad, en este post voy a hablar de niños y pantallas, no solo de la tele. La tele es muy del sigo pasado ahora mismo. Es probable que los niños estén más tiempo frente al móvil o el iPad que viendo la tele actualmente. Sí que quiero especificar, que me refiero, fundamentalmente, a la relación de niños pequeños con las pantallas. No entro aquí en la adolescencia aunque hay muchas cosas que aplican.
Desventajas de NO ponerles la tele:
- Desordenan infinitamente más
- No te puedes relajar un rato
- Pareces la diosa Kali porque aparentas tener multitud de brazos simultaneando un cocido, tender una lavadora, con que no muera nadie y ratos de juego y escucha
- Probables “me aburro” en bucle. Por ahora no han llegado a esta casa
- La vida, en general, se hace más cansada porque tienes más que recoger, no puedes coger la horizontal y el rato de no tele pues hay que atenderles también.
- Los días son a veces eternos y sin tregua.
Como podéis ver, estas desventajas lo son más para los padres. En realidad, no se me ocurre ningún aspecto positivo para los niños… En serio. Bueno, más allá del ocio, claro, pero es que puede haber diversión sin pantallas y encima más sana. No me venga nadie con que favorece el aprendizaje. A menos que lo haga con datos en la mano pero, lo que yo he leído al respecto es que como la interactuación humana nada de nada, ni en aprendizaje ni en memoria. Además, el aprendizaje sobre una pantalla es plano y los niños al parecer, no lo generalizan al mundo tridimensional, al mundo real. No, por favor, cuñadismos sobre las gafas 3D o la realidad aumentada tampoco son bienvenidos ahora mismo.
Desventajas de ponerles la tele:
Yo más que desventajas me aventuraría incluso a llamarles peligros en algunos casos.
- Lo que dejan de hacer. Esta es, para mí, la principal desventaja, lo que pierden (jugar, charlar, reflexionar, hacer deporte, leer…) mientras están viendo la tele. Una de las razones que me llevan a intentar reducir lo máximo posible el tiempo de exposición a pantallas la encontré en el libro Disciplina sin lágrimas. Resulta que las experiencias repetidas generan cambios en la arquitectural cerebral. Ahí es nada. El neuropsicólogo canadiense Donal Hebb explico que cuando diversas neuronas se activan a la vez respondiendo a una situación terminan conectadas entre sí formando una red. Por tanto, parece mejor que los niños se expongan a experiencias que mejoren sus habilidades para relaciones, el conocimiento de otras personas y sus emociones más que estar pegados a una pantalla.
- Peor desarrollo cognitivo, ahí es nada. Un reciente estudio canadiense, asocia más de dos horas de ocio frente a la pantalla a peor desarrollo cognitivo. No tienen claro el origen de esta correlación, es decir, no establecen definitivamente causalidad pero, por si las dudas… Pero no sería muy raro que si dejan de hacer otras cosas (jugar, leer, hablar…) con frecuencia y en periodos de tiempo largos, el desarrollo se viera afectado.
- La capacidad de atención y concentración se ve mermada. En El cerebro del niño explicado a los padres, su autor cuenta cómo el cuerpo estriado, región del cerebro, identifica qué actividades son mejores teniendo e cuenta la intensidad del estímulo así como el tiempo que tarda en llegar la satisfacción. Esto puede llevar a que los niños acaben prefiriendo de forma muy exclusiva las pantallas ya que sus estímulos con tremendamente intensos y la satisfacción es inmediata.
- No desarrollan la paciencia. Si hay que esperar en el médico se puede hablar, mirar por la ventana, conocer a un niño y jugar con él. Si les damos el pantallazo… se acabó. Visualízate a ti mismo en una espera. Qué haces… mirar el móvil. No lo digo como crítica porque está claro que puede tener usos muy positivos pero, es lo que hacemos.
- Se reduce el contacto social. Partiendo del ejemplo anterior, el niño pegado a la pantalla no va a acercarse a jugar con otro niño ni preguntar nada a los adultos de alrededor. Lo mismo pasaría con los niños enchufados a móviles en restaurantes.
- Ven más pantallas de las que creemos: que si un rato en el cole (no voy a entrar aquí en este tema porque creo que es evidente mi opinión aunque sin embargo entiendo perfectamente que la vida de un aula de Infantil es muuuuy cansada y complicada), que si otro con los abuelos… Al final se acumulan los minutos.
Encontrar el equilibrio
A mí esto, me parece muy difícil. Es decir, por un lado, ¿qué podría ser adecuado u óptimo? En cuanto a tiempo y calidad. Me resulta complicado de valorar. Supongo que es bastante personal y que va muy en consonancia con los valores de cada familia. Y no solo con los valores, sino también con las necesidades. Ojo, que es que hay situaciones en las que es muy difícil no sucumbir a la ayuda que nos puede prestar una pantalla en cuanto a entretenimiento de las criaturas. Por otro lado, el tiempo no corre, vuela, cuando estás frente a una pantalla. ¿O quién no se iba a meter en la ducha pero ha ido a mirar “un momentito na más” una notificación y se ha encontrado a sí mismo sentado en bowlings en el borde de la bañera 15 minutos después?
Esta claro que ajustar el tiempo y adecuar los programas es básico. Pero también me lo parece que no se convierta en una costumbre, es decir, que lo “normal” no sea ver la tele/pantallas a diario.
Por otro lado, el único aspecto positivo que le encuentro es el ocio, ámbito fundamental en la vida. Pero es que me hijo coge un palo en el parque y lo flipa tanto que lo quiere adoptar. Las pantallas son innecesarias en cuanto a ocio en mi opinión. En edades tempranas, porque me parece un ocio totalmente pasivo. Otra cosa es que con más edad se use para seguir un tutorial de una afición que se tenga, en cuyo caso es ocio activo y genera aprendizaje. O que se acceda a artículos o vídeos de interés. O de interés chorra porque te entretiene, que es una cosa maravillosa. Pero los niños tienen la virtud de entretenerse infinitamente más y con necesidad de menos que los adolescentes y adultos. Mejor dejar que exploren esa posibilidad el mayor tiempo posible.
Recomendaciones de la Asociación americana de pediatría
Menores de 2 años
La Asociación Americana de Pediatría recomienda que los menores de 2 años NO TENGAN CONTACTO CON PANTALLAS dada la necesidad de manos-libres para explorar así como de interacciones sociales a estas edades. Está claro que el rato con una pantalla en las manos y frente a la cara ni se van a mover, ni van a coger esa pelusa que les llama tanto la atención, ni van a escuchar lo que les digamos fijándose en nuestros rasgos ni en el entorno.
Entre 2 y 5 años
En este caso, la recomendación es la exposición de menos de una hora de duración y viendo la pantalla con ellos. Se trata de explicarles lo que ven y aplicarlo a su mundo, es decir, establecer conexiones entre lo que estén viendo y su realidad. Así que, amiguitos, de niñera no nos serviría.
Recomendaciones de la menda
Lo que a continuación expreso es absolutamente personal. Me parece de sentido común, aunque también muy de palmar los padres, para qué nos vamos a engañar.
- retrasar la introducción de las pantallas en la vida de nuestros hijos lo máximo posible
- evitar el uso de pantallas para sobrevivir a un berrinche o que el niño no se aburra. De esta forma el niño no va desarrollando mecanismos para relajarse y, sobre todo, lo que necesita el niño es nuestro acompañamiento
- no dejarles solos ante una pantalla (pueden acceder a contenido inadecuado)
- limitar el tiempo de uso. Se puede preestablecer qué se va a ver, cuántos capítulos, a qué hora se va a apagar… Usar un cronómetro o temporizador para evitar posibles guerras puede ser buena idea.
- establecer una hora tope ya que al parecer usar pantallas una hora antes de dormirse puede afectar al sueño
- dar ejemplo:
- no tener el móvil en las comidas. No ya no usarlo, no tenerlo presente físicamente
- no “escuchar” a nuestros hijos mirando el móvil
- dedicarles tiempo en los que no haya ninguna pantalla cerca (o encendida, que tampoco es plan de descolgar la tele de la pared)
- explicar el uso que damos al móvil o tablet cuando sea lectura, trabajo…
Lo del ejemplo creo que podría ser lo más importante. Pero en la vida en general. Sí, es un marrón, pero chica, es lo que hay. Está claro que nuestros hijos copian lo que nos ven porque es lo que les parece “normal”. En el caso de las pantallas el uso que hacen de ellas los padres parece ser un fuerte predictor de los hábitos futuros de los hijos. Por tanto, lo mejor que podemos hacer es reducir el uso y fortalecer la interacción con los hijos.
Alternativas
Para ratos de espera (citas, comidas familiares…)
- llevar SIEMPRE entretenimientos o juguetes elegidos por los niños. En este post os doy algunas ideas
- si necesitamos un salvavidas, podemos ver fotos familiares con los niños y hablar de lo que hicimos, quiénes estábamos, cómo nos sentíamos
- entretenerles con juegos tipo veo-veo, inventar una historia
- jugar a “Simon dice”, imitaciones
Para casa/vida en general
- juegos de mesa
- manualidades: colorear, acuarela, recortables…
- juego libre
- leer cuentos
- jugar a las tinieblas
- cocinar
- salir al parque
Y, por si le sirve a alguien, mi máxima en este tema es:
SI NO PIDE, NO PONGO. SI PIDE, POSPONGO. SI SE PONE, DISPONGO.
Es decir, en primer lugar, nunca se lo ofrezco como posibilidad.
Si la pide, le digo que dentro de un rato, cuando acabemos de hacer lo que sea. En un elevadísimo número de ocasiones se le olvida y se pone a hacer otra cosa. Por ejemplo, si pide verla los fines de semana por la mañana, tenemos establecido, aunque no siempre cumplido, claro, que hasta que no se termine de desayunar no se pone. O, después de comer algún día que se acuerda, pues hasta que no hayamos recogido TODO, tampoco se enciende. Si no se le olvida, es que realmente le apetece pero, al menos, demoramos el placer, que es un entrenamiento de lo más sano. Además reduces el tiempo porque si se la pones más tarde, como luego habrá que hacer cosas y apagarla, pues la verá menos.
Y, finalmente, el que ha de disponer qué y cuánto se ve es el adulto. Qué dibujos, aunque nosotros le damos a elegir pero si no los consideramos adecuados pues no se ponen. Y cuánto tiempo, que lo puede controlar él porque especificamos número de capítulos (en los canales de televisión de pago o Internet es más fácil hacerlo). TAmbién se puede poner un cronómetro o, si ya conocen las horas, establecer a qué hora se apagará.
Si os interesa el tema, Álvaro Bilbao lo aborda a lo largo de su libro El cerebro del niño, explicado a los padres al igual que Catherine L´ecuyer en Educar en el asombro
No quiero terminar este post sin especificar que por supuesto se pueden utilizar las pantallas de forma adecuada. Yo misma aprendo un montón de cosas a través de tutoriales o documentales o simplemente me entretengo con series. Y eso está bien. La cuestión es que el uso, cuanto menor es el niño, suele ser más pasivo. Además de que la selección y análisis de contenido es muy pobre por su poco pensamiento crítico dada su edad. Es por eso que no se les debe dejar elegir solos ni estar con pantallas sin acompañarles.
Por último, os enlace algunos artículos con información muy interesante sobre este tema:
Los niños y la exposición a televisión, móviles y tablets: ¿qué dice la ciencia? del psicólogo Alberto Soler
El consumo infantil televisión: de la televisión de un solo canal a Netflix de la periodista Diana Oliver
Programa de Buenos días, Madresfera en la fundación Telefónica sobre Infancia y Youtube. Me resultó de lo más interesante y amplió mis miras.
¿Cómo gestionáis las pantallas con vuestros hijos? ¿Os preocupa el tema niños y pantallas?
Si te ha gustado esta entrada, me encantaría que me dejaras un comentario. ¡No sabes la ilusión que me hace! Y ya si la compartes… ¡laperalimonera!
GRACIAS POR LEERME
Comments (25)
Mis30horas
noviembre 5, 2018 at 8:53 am
Buenos días! Últimamente de curras unos post de alucinar!!!
Yo en este caso si soy más permisiva con la televisión, después del baño y mientras preparo la cena les dejo un ratito de tele elegida por la mayor (un capitulo o dos de Pj Mask, Ponys etc). Eso si no se cena con tele ni móvil (es la comida que hacemos los cuatro juntos).
En el coche solo ipad en viajes muy largos para ver una película y reconozco que alguna vez que hemos salido a cenar o comer si les dejo los móviles para poder hablar como una adulta. Para no pasarme siempre llevo libreta y pinturas, que a la mayor es lo que más le gusta del mundo.
María del Carmen
noviembre 5, 2018 at 9:48 pm
Me ha encantado! De momento no pongo tele y poco móvil pero ….tomo tus consejos!
Nuria
noviembre 7, 2018 at 5:57 pm
Me alegro mucho. Espero que en el futuro te siga siendo útil. Gracias por tu comentario.
M luisa
noviembre 7, 2018 at 5:44 pm
Más razón que un santo. Lo comparto!
Nuria
noviembre 9, 2018 at 7:23 am
Me alegro de que te haya gustado. Gracias
La Hispstérica
noviembre 9, 2018 at 12:09 am
Estoy contigo, lo ideal es el equilibrio. Aunque debo admitir que ellos consumen mucha (más) pantalla (de la que me gustaría), también tienen acceso ilimitado a los juegos, pinturas y libros y me han demostrado reiteradamente que son capaces de gestionar ellos el tiempo y de hacer cosas increíbles con la pintura y la plastilina, en ocasiones imitando lo que han visto en vídeos de manualidades de Youtube.
Nuria
noviembre 9, 2018 at 7:27 am
Qué guay que usen YouTube de forma activa. El mío, por ahora no. Entre que ve poco y que no ha coincidido un vídeo de manualidades… pero mira, una idea para cuando el padre se lo ponga jajsjs
La Hipstérica
noviembre 9, 2018 at 2:14 pm
Tengo un post sobre esto en mente. Ya te lo pasaré
Nuria
noviembre 11, 2018 at 11:13 am
¡Genial! Me encanta leer distintos puntos de vista sobre un mismo tema.
Sandra Ortega
noviembre 11, 2018 at 10:34 am
En casa empezamos a tener un problema padres e hija con esto. Así que tú post me viene genial para reflexionar. Gracias
Nuria
noviembre 11, 2018 at 11:13 am
Me alegro mucho de que te haya resultado útil. La verdad es que es una pena porque encima provoca problemas. Eso hace que yo a veces sea muy inflexible porque para que luego haya pollo al quitar la tele… jajaja
Carolina mamá ríe
noviembre 11, 2018 at 10:45 am
Hola Nuria, es la primera vez que paso por aquí,y viendo lo visto, estoy segura de que no será la última. Creo que lo fundamental, tal y como mencionas, es el equilibrio y sentido común, ni tener como recurso para cualquier cosas sentar al niño frente a la tele o darle un móvil, ni negárselo, sobre todo a niños más mayorcitos que ya se les puede explicar las cosas y que considero que igual que nos gusta a nosotros disfrutar de algo que nos gusta, no se lo podemos negar a ellos porque sí.
Un saludo.
Nuria
noviembre 11, 2018 at 11:11 am
Totalmente de acuerdo. Sentido común, que es el menos común de los sentidos jajaja. Gracias por tu comentario.
tuspatucosymistacones
noviembre 15, 2018 at 7:04 pm
En casa sólo ponemos un poco de Netflix para mí y mi necesaria desconexión mental jejeje Y los findes después de cenar mi marido y yo vemos un ratito de series mientras Martí duerme. En casa de mi madre se mira más la tv y aunque Martí no la mira directamente creo que con esos ratos diarios de estímulos tiene suficiente.
Nuria
noviembre 18, 2018 at 5:56 pm
Nosotros Netflix también, por lo que tú dices de desconexión. Creo que el ocio también es necesario. Pero solo la vemos cuando duermen. El móvil sí nos ven con él y esto habría que reducirlo.
LOS 5 BLOGS QUE ME INSPIRAN, ME ENSEÑAN Y ME DIVIERTEN – Mamasuperplus
noviembre 20, 2018 at 7:13 am
[…] la organización (en su método de vida y en sus posts) con ella aprendo y ¡siento mucha envidia!.Os dejo aquí uno de mis posts favoritos. Trata sobre el uso de las pantallas por nuestros […]
Mamá en Frankfurt
noviembre 21, 2018 at 6:58 pm
Qué buen post! Nosotros en España no veíamos tele. La teníamos pero solo se veían documentales o programas que aportasen algo, hacíamos cole en casa y básicamente la usábamos de refuerzo. Al llegar a Alemania, fue un imprescindible para aprender el idioma y se nos ha ido un poco de las manos 🙁 No es que la vean mucho, pero antes se entretenían con cualquier cosa, jugaban mucho más con los juguetes, tenían más interés por jugar fuera… ahora prefieren la tele.
30 y… y mamá
noviembre 21, 2018 at 10:07 pm
Lo del equilibrio me parece imprescindible, todo en su justa medida aporta cosas positivas, sin duda encontrar el equilibrio es el truco en esto y en todo!
Nuria
noviembre 21, 2018 at 10:52 pm
Desde luego pero mira que es difícil de encontrar jajajaja. Gracias por tu comentario
Paula
diciembre 29, 2018 at 9:10 am
En mi casa la tv ha dejado de ponerse hasta las 22 de la noche, si es que se pone (normalmente sólo 2 días a la semana nos da la vida para ver algo). De hecho la TDT hace más de un año que no funciona así que lo que es tele de toda la vida no tenemos. En cuanto a los niños, sólo ven una o dos pelis a la semana y la pequeña de vez en cuando me pide la canción de Moana en el móvil. También tengo que decir que mientras escribo estas líneas mi hijo me ha soltado dos veces “no se puede estar todo el día mirando el móvil”
Nuria
enero 2, 2019 at 9:50 pm
Nosotros vemos (nos dormimos) algún capítulo casi todos los días pero la tele normal tampoco lo ponemos. Esta Navidad estamos viendo alguna peli y es guay, la verdad. Días estos, por cierto, en los que está cayendo más dibujitos de lo normal jejej.
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ESTIMULAJUGUETES.ES
marzo 29, 2021 at 3:02 pm
De la misma forma que es muy beneficios comparar a tus hijos juguetes que estimulen su creatividad, coordinación e inteligencia, es igual de importante apartar a tus hijos de los estímulos negativos, no correspondientes para su edad. La televisión es un buen ejemplo de ello. Muchos padres entretienen a sus hijos con la televisión y luego no son capaces de retirársela. La televisión puede mermar en gran medida la creatividad de tu pequeño, por lo que se debe tener mucho cuidado a la hora de emplearla.
Gestión de licitaciones
mayo 20, 2022 at 2:29 pm
Es una reflexión muy interesante, especialmente cuando ya pasan mucho rato con otro tipo de pantallas. Creo que la clave es encontrar un equilibrio. Por ejemplo, permitirles verla un rato, lo suficiente para tenerlos entretenidos pero sin que sea demasiado.