Volver a empezar (segundo hijo)
Volverán las oscuras golondrinas. Ay, no que me he liado. Aunque la oscuridad sí que volverá un poco con la llegada de mi segundo hijo (pobretico). Este es un post un poco negro, sí. Y no es por ponerme chunga pero recuerdo la etapa postparto como terrorífica y según avanza el embarazo voy acordándome de “cositas” que volverán (algunas ojalá no):
-sensación de “no quiero, no puedo, voy a huir” cuando pise el hospital.
–parir (ahí lo dejo; supongo que cada una se acuerda de cómo fue el suyo anterior/es). Últimamente me acecha un acojone sideral con respecto a este tema… Supongo que cuando llegue el momento mi cerebro reaccionará y se adaptará a la situación pero ahora mismo…
–apretujón enfermeril de pezón para ver si sale calostro o no (por esto no paso de nuevo)
-posible hematoma sexuarrrr por los bajos
–cacagate o terror a ir al baño por primera vez (luego no es para tanto pero ahí están los miedos)
-probable estreñimiento, probables amigas por la zona
–higaditos de pollo saliendo por los bajos
-sentir que se para el mundo (de esto tengo un post en borradores)
–establecimiento de la lactancia (subida de la leche, grietas del horror y ganancia de peso de El Nuevo y a ver si no surgen otras novedades…)
–duchas efímeras, a la velocidad de la luz (con muy pocas ganas y miedo de limpiar, tocar, rozar la zona 0)
–dificultad de movimiento generalizada
–caos de dónde está la crema del culete, el hierro…
-la cuarentena (concepto que suena tan viejuno como verdadero es)
–no dormir de 2 en 2 horas (esperemos que esta vez El Niño se levante para comer y no haya que despertarle)
-está muy abrigado, está muy desabrigado. Aquí opina hasta la vecina del 5º.
–no hace caca