9 meses y 7 días después: el desenlace del parto de El Nuevo
Pues en estas estábamos, con contracciones frecuentes, aunque aún algo distanciadas entre sí pero aumentando en duración, que había empezado a controlar con una aplicación para el móvil. La última que había tenido, a las 23.25 subió bastante en intensidad y duración con respecto a la anterior. En cualquier caso, al espaciarse 6 minutos pues me daba tiempo a recuperarme perfectamente.
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Fue como si me abrieran en canal, un dolor indescriptible y noté que algo estaba pasando. No sé si es que el niño se encajó, descendió, me hizo un corte de mangas o qué, pero en ese momento vi claro que la cosa era bastante inminente. Medio tímidamente gemí un poco para que el maromo se diera cuenta. Pero se ve que no o que poco. Así que le llamé no sé si tras esa o tras la siguiente contracción que, por suerte, tardó en llegar 4 minutos, lo que me dio oportunidad de recomponerme pero, oh, eso fue un oasis en el desierto ya que, a partir de aquel momento, EMPEZABA LA FIESTA.
Mirada de parturienta a marido digamos desatinado. (via GIPHY)
Mis miedos en aquel momento:
Una vez llegamos, dejamos el coche en la misma puerta de urgencias (gloria bendita) y había dos celadores esperando en la puerta con una silla de ruedas tamaño morsa. Vamos, todo hecho para mí. A duras penas me pude sentar en la silla y cómo estaría que dejé un pie apoyado en el suelo y no podían mover la silla ni yo levantar el pie. Nos llevaron a la típica ventanilla de ingresos. Sacar la tarjeta del seguro era para mí en aquel momento como escalar el Everest. Le dije a mi marido dónde estaba y me dio otra contracción que me puso de pie e hizo que me agarrara al mostrador. Respuesta de la persona que nos atendía: “no os preocupéis, ya si eso mañana bajáis la tarjeta. O pasado”. Creo que sintió miedo, mucho miedo.
Me suben al ala de maternidad y me encuentro a mi ángel de la guarda, Bea, la matrona con la que había estado por la mañana. Cómo me vería que cuando la chica que le acompañaba (no sé si otra matrona o enfermera) dijo que me pasaban a monitores ella dijo que nanai. Yo al oírla pensé que era pelín innecesario. Así que a la habitación directa. Avisaron a la gine. Dos veces, así estaba yo no es que tardara la mujer. Y, mientras, que me quitara la ropa. Pero ¡si no puedo! Mi marido dejándome en pelotillas, todos hablando, yo sin enterarme de nada y les suelto ¡por favor, no habléis!”. Mi marido dice que en realidad fue “¡callaos, por favor!” pero todos sabemos que a veces le sale el ramalazo exagerao que tanto se achaca a los andaluces. En cualquier caso me disculpé inmediatamente. Previamente había pegado puñetazos o meneos al piecero de la cama. Es que era muy loco todo. Debe ser eso que denominan como muy “animal” porque desde luego yo estaba hecha una fierecilla indomable.
Llegó la ginecóloga, otro ángel de la guarda. Me hizo un tacto. Para mí que le cupo hasta el codo. “Estás en completa”. Y yo, menos mal, pensé. El temor de estar sufriendo pa na no se cumplía. A Dios gracias. A todo esto mi marido entendió “estás incompleta”. Veis, para mí que no se enteraba mucho jajaja. La ginecóloga me dijo que porque no tenía rota la bolsa que si no igual no llego. Ups, casi se hace realidad uno de mis temores. Entonces llegó la sentencia: “no te vamos a poner epidural. Peeeero sí anestesia raquídea”. Uf, menos mal. Este temor sí se cumplía pero se subsanaba. Así que, a paritorio a esperar al anestesista, el único especialista que estaba de guardia localizada, no presencial. “No te preocupes, que vive cerca y viene en moto” me dijo la ginecóloga mientras me abanicaba y yo le arrancaba el brazo e imploraba “¿tú me vas a ayudar?”
Con mucha dificultad pasé a la silla de ruedas y después a la cama de paritorio. La ginecóloga me dijo “entre contracción y contracción bien, ¿no?” Pero nooooo. Yo creo que como todo fue tan rápido y brutal el cuerpo ya no me respondía, se quedó contracturado, sobre todo la espalda, obviamente. Y el peor sitio porque me impedía moverme. Me dolía todo el rato.
Finalmente llegó el anestesista. Lo que me costó moverme y colocarme en la posición adecuada para que me pinchara no lo sabe nadie, pero las ganas que le puse tampoco. Estaba deseando sentir un poco de alivio. La cosa es que yo podía perfectamente haber parido antes pero como además me tenían que coser sí o sí (el parto de El Santo me dejó aquello digamos mejorable), lo suyo es que me anestesiaran. Y desde luego, qué maravilla. Hace efecto inmediato, de ahí que fuera esta la elegida porque en cuanto estuviera puesta empezaría a empujar, pero dura menos así que para recuperarme fue estupendo. Además, según me comentaron, no duerme tanto la zona. Yo sentía las contracciones perfectamente así que podía empujar con facilidad.
Me dijeron que iban a ser tres empujones pero yo, tras mi primer parto del horror y pese a lo a toda leche que iba todo, no me lo creía. Pero, efectivamente, así fue. En un ambiente supertranquilo, respetuoso y relajado con música de fondo y conversación a poco más de 3 cuartos de hora de entrar en el hospital llegó El Nuevo tras 3 empujones, llevándose con su hermano 3 años y 30 horas. ¿Será por algo que el 3 es mi número favorito?
¡Bienvenido al mundo!
¿Cómo fueron vuestros partos? No temáis a los segundos, que se caen 😉
9 besos y 1 abrazo
Comments (18)
lapsicomami
octubre 11, 2017 at 8:27 am
Pero qué arte tienes, nena. Tu fan, todo el rato.
Comparto tus miedos de cara al parto, uno a uno.
Pero qué maravilla que el expulsivo fuera tan light.
No había oído hablar de esa anestesia… preguntaré.
He llorado al final. Leer partos y no llorar es imposible, aunque estén contado con tu arte.
Besitos mil, hermosa.
nuria_nueve_meses
octubre 12, 2017 at 9:52 pm
Gracias, guapa. Un honor viniendo de ti. La anestesia que me pusieron, al parecer, en el hospital público de aquí no la ponen así que el expulsivo hubiera sido a pelo. Menos mal que di a luz en otro sitio. Buuuffff jajaja.
Lorena Santamaria
octubre 11, 2017 at 1:42 pm
Ayy qué emocionante leerlo!Yo en cuanto pueda me animo con el segundo, mi primer parto fue estupendo así que espero que el segundo no sea menos. La foto preciosa, vaya regordete tan bonito!
nuria_nueve_meses
octubre 12, 2017 at 9:46 pm
El Segundo, ¡mejor todavía! Anímate, sí. Gracias por pasarte.
La maternidad de Krika en Suiza
octubre 12, 2017 at 1:20 pm
Jajajaja,ay nena que me reparto contigo. Que le entró hasta el codo dice! Cosita más bonita, eso sí. Un beso guapa!
nuria_nueve_meses
octubre 12, 2017 at 9:46 pm
¡Gracias, guapa!
Alicieta
octubre 12, 2017 at 8:33 pm
Que me encanta leerte!!
Como me recuerdas a mi, aunque tu tienes esa chispa de gracia al plasmarlo en palabras…salvo por la anestesia, parece que hayas descrito mi segundo parto, hace ya 3mese y todavía me salen las lágrimas al recordarlo, corto pero muuuuy intensi
nuria_nueve_meses
octubre 12, 2017 at 9:43 pm
Efectivamente, corto pero muy intenso. La verdad es que fue muy emocionante aunque también muy doloroso físicamente, las cosas como son.
Paula
octubre 16, 2017 at 6:55 am
Qué bonico! Lo de incompleta me ha matao, Ja jaja…
Por dió, que alguien se apiade de mí y me impida leer más historias de partos, que me entran ganas de ir a por el number 3.
Nuria
octubre 16, 2017 at 10:17 pm
Lánzate locamente. Yo lo haría. Y sería “incompletamente” sensata la cosa.
Mamagnomo
octubre 18, 2017 at 7:18 am
He podido morir de risa jajaja vaya pasada no?? A mi no se meha cae ni uno. Ni el cuarto, vamos. Yo estoy con el relato del mío. A ver si lo publico hoy! Besis
Nuria
octubre 19, 2017 at 11:00 am
A ver si se te cae el 5º . Me alegro que te haya divertido. Deseando leer el tuyo.
diasde48horas
octubre 18, 2017 at 8:11 am
Ay, qué suerte que el expulsivo fuese tan rápido. En mi caso mi segundo no se cayó, de hecho me hizo un desaguisado considerable… pero claro, era el segundo pero el primero vaginal. El pobre tuvo que hacer sitio por donde pudo jejejeje
Nuria
octubre 19, 2017 at 11:01 am
El 3º tiene el camino hecho Que bien que pudiera ser vaginal tras la cesárea.
Pilar
octubre 25, 2017 at 8:15 pm
Ay que parto tan rápido y bueno. Me alegro mucho de leer que pudiste tener parto natural y vaginal tas una cesárea! El Nuevo es preciosísimo!!
Nuria
octubre 29, 2017 at 8:00 pm
Muchas gracias. El parto de El Santo también fue vaginal, por suerte me he librado de la cesárea en ambos casos. Aunque la cesárea me la hicieron prácticamente en los bajos en el primero porque al usar fórceps…
18 meses de vida – Nueve meses y un día después
septiembre 14, 2018 at 4:31 pm
[…] meses desde que saliste de mí, 18 en el mundo pero 27 en MI […]
Paula
diciembre 18, 2020 at 1:50 pm
Me he reido mucho leyendo tus dos historias de parto!! Mi primer parto fue más o menos parecido al tuyo primero, rompi aguas el martes al acostarme y la peque nació el viernes por la mañana. Lo peor fue no dormir ni una mijita en todo ese tiempo, tuve cotracciones casi todo el rato y la epidural no me funcionó bien.
Ahora estoy llegando al final del embarazo de mi segunda hija y me da algo de aprensión pensar en volver a vivir lo mismo otra vez, fue muy duro, casi más la falta de sueño que el dolor. Leer que con unos antecedents similares tu segundo parto fue muy rápido me da esperanza 🙂
Gracias por compartir tu experiencia!