Esa madre no me representa
Mucho se habla en redes, y en no redes, sobre MATERNIDAD REAL. Se supone que la maternidad real es la que tiene sus más y sus menos, la desastrosa, la de olvidarse el baby el día de comedor y la de salir de casa con manchas. Así me da la sensación a mí de que se entiende este concepto. La cuestión es que no estoy de acuerdo del todo con el mismo.
Qué es real
La palabra REAL significa que algo ocurre, que tiene existencia objetiva según la RAE. Por tanto, todas las maternidades son reales, porque todas existen.
Otra cosa es que difieran mucho de mi (deseado) estilo de crianza, de mi situación personal, laboral, económica, de mi tiempo… Pero eso no significa en ningún caso que no sea una maternidad real la de mi vecina jipi o la de mi compañera de trabajo que va siempre ideal.
Da la sensación de que cuanto más caótica sea la situación, más real es la maternidad. Y luego, por supuesto, cuanto más fastidiada esté la madre, más real pero también más buenamadre. A mí esto me da un poco tufillo a machismo de antaño (o de ahora). En el sentido de que sigue dando coletazos el tema de que la madre, para ser Madre, tiene que sufrirlo. Igual si, por ejemplo, la familia tiene mucha ayuda en casa ya ni real ni buena. Me chirría porque no veo yo a padres hablando de paternidad real y de mira ese que va al gimnasio con quién se quedarán sus hijos, qué estiloso se viste, claro es que tiene “chica” en casa o cuánto sale de birras con sus colegas. Ni ellos pugnan por ser el mejor padre tampoco.
Mitos de la maternidad real
Hay algunos clásicos, cosas que hacen determinadas madres, que parece que las excluyen de la maternidad real y las convierten madres no reales, que no sé muy bien qué significa:
- estar ideal a las 9 de la mañana, a saber y de menos a más ir:
- mona/arreglada vestida
- pintada
- peinada
- que les siga gustando la moda y el tuneo facial (cremas, maquillaje…)
- que hagan cosas guay sin niños con frecuencia (salir a cenar, ir a eventos molones…)
- que sus hijos vayan muy monos y coordinados vestidos
- que no cuenten sus merdes maternofiliales
Todo esto no implica que no quieran a sus hijos, que no tengan que lidiar con rabietas o que no les dediquen tiempo. Agrupamos características y asimilamos a ellas las partes de las personas que desconocemos. Es normal, pero creo que va siendo hora de hacérnoslo ver.
Sin embargo, otras cosas, pudiéndose interpretar como negativas (aunque para mí son absolutamente comprensibles) sí son de maternidad real:
- desear que se acuesten pronto
- perder la paciencia con frecuencia
- no tener tiempo para NADA
- abandonarte un mucho o un poco a nivel físico
- hacer lo que se puede en relación con ropa y moda
- tener la casa que parezca una plantación de juguetes y una lavandería
- intentar estar a todo pero no llegar y sentirte CULPABLE
Luego entraríamos en el concepto buenamadre que por supuesto lo del párrafo anterior nunca (lo confiesa).
Por qué hablamos de maternidad real
Maternidad frecuente, que no real
En primer lugar creo que es un poco lo de mal de muchos, consuelo de tontos… como si nos ayudara pensar que lo real es lo nuestro y que es lo “normal”. Y en cuanto a “normal” (estadísticamente hablando) pues sí, probablemente lo sea. Pero eso no significa que otras experiencias no se merezcan calificativo de maternidad real. Es como si negándoselo, bajáramos su nivel maternal, por así decirlo. En plan “tú estás mejor, pero eres menos madre”.
Entiendo perfectamente que nos comparemos porque vivimos en sociedad. Pero, curiosamente tendemos a compararnos con personas que están, aparentemente, mejor que nosotras. Con las madres en situación de pobreza en países en vías de desarrollo no nos solemos comparar. A ver qué dirían ellas de nuestra maternidad. Porque, ojo cuidado, entonces ¡nuestra maternidad no es real! Si por realidad hablamos de frecuencia, que es a lo que vamos. No nos olvidemos de que gran parte de la población mundial vive peor, muchísimo peor, que nosotros.
Contexto incompleto
Por otro lado observo, aunque no siempre he sido consciente, que nuestra mente nos juega una mala pasada. Por alguna razón, hace que lo del otro nos parezca (casi) siempre mejor. En parte es porque nos falta contexto. Pero hemos de pensar que lo que percibimos en una conversación, en un comportamiento, o más difícil aún, en una foto de Instagram, difiere muchísimo de la realidad de esa persona. Vemos una foto fija y nos falta el antes, el durante y el después para entender la vida de los demás. Si yo ni siquiera entiendo a mi marido a veces y vivo con él y le conozco desde hace casi 15 años… Hemos de razonar y superar las sensaciones que nos produce lo que vemos: admiración, envidia, estupefacción…
Validación
Pero sí, aunque no sea real, si otro lo hace o siente como yo, parece que eso valida lo mío. Tontería donde las haya, pero creo que así lo vivimos.
Estereotipos (¿y un poquito de envidia?)
Por un lado, perdura el de la madre sufrida y entregada por completo a sus hijos que relega su persona absolutamente. Mal ejemplo este, por cierto, sobre todo para las hijas. Además, hoy en día parece que además de trabajar fuera y dentro de casa, tenemos que saber de todo y mucho y muy bien: cocinar la mejor comida y sana para tus hijos, jugar con ellos, tener los disfraces a punto y si los has cosido tú mejor aún… Cierto es que nos están vendiendo una moto sobre lo que es la maternidad y luego las cosas no son así. Toda la pinta de silenciar los temas femeninos tiene, ¿no os parece? Que se vean bonitos, estéticos y radiantes. Que tiren “palante” sin dar la turra.
Por otro lado, si eres mujer tienes que estar buena (sic). Y claro, que otras sean madre y lo estén y tú no, pues puede escocer. Sobre todo en esta época de superficialidad gloriosa, de licras fosforitas en gimnasios repletos de culos apretados y tíos que parecen tener el tronco de un oso y las piernas de un gorrión. Ojo, que el deporte me parece fundamental pero más por salud que por estética. Y ahí entra otra variable: el tiempo que (no) tengo para cuidar mi salud y que la madre supuestamente no real sí.
Seguridad
En línea con lo anterior, el tema físico toca mucho nuestra seguridad y autoestima, es más que evidente. Pero también hay otro punto: da mucho gustito encontrar nexos fuertes con otras personas, identificarnos con sus actitudes y comportamientos porque nos da seguridad, nos reafirma y nos da la falsa impresión de que estamos en la verdad. Pero ojo, que que lo hagamos muchas no significa que esté bien. De ahí los fundamentalismos varios cuajados de personas inseguras y perdidas en la vida. Cuántas veces , escuchamos críticas a otras madres por educar de forma distinta a la nuestra, como si lo nuestro fuera siempre mejor. Cuántas veces dudamos ante comentarios relativos a la crianza. ¡Qué presión!
Aunque, pensémoslo bien… A mí es que no me representa nada ni nadie. Vamos, no me represento ni yo misma hoy porque mañana igual pienso otra cosa y dentro de 5 años ni te cuento. Ojalá, porque el estatismo significa que no hay evolución. Por supuesto sí que me identifico con actitudes, comportamientos, educación de determinadas personas, pero no con ellas en su totalidad. Ni siquiera con alguna faceta completamente.
Por eso considero que nada es real o no y que lo que hoy se valora como lo mejor, dentro de un tiempo ha pasado a la historia.
Yo, me declaro fan absoluta de las madres “no reales” porque, se supone, buscan tiempo para ellas, se siguen teniendo en cuenta, delimitan su privacidad y porque, cuando escarbas, te encuentras con inseguridades, desafíos de crianza y quebraderos de cabeza muy, muy similares a los tuyos.
¿De quién es la culpa?
No sé qué parte de responsabilidad podría tener cada persona (emisora y receptora). A veces se acusa a estas madres de ocultar la realidad. Pero tengo claro que cada uno puede compartir lo que le apetezca. A mí me gusta contar mis “miserias” (sin avergonzar a mis hijos ni a nadie) porque eso que me ahorro en terapia y porque sé que consuela a las madres que lo leen, normaliza la crianza y compartir es muy gratificante. Pero no tengo obligación de hacerlo y entiendo a la madre que no quiera. En nosotros está no quedarnos en la imagen, reflexionar sobre que vemos solo un momento de la vida de esa persona.
El caso de Instagram
Por otro lado, en Instagram (sobre todo) hay mujeres que comparten contenidos sobre moda, belleza… y además tienen hijos. Entonces es como que asociamos las dos cosas y nos peta el cerebro. Pues veamos que ese es su contenido y que por ello siempre están arregladas, que por cierto, qué presión (para ellas). No es que sean madres e ideales. Es que trabajan el mundo de la moda/estética y además son madres.
Eso no quita que personalmente no me parezca bien falsear la realidad, que habrá quien lo haga. Creo que tenemos todos responsabilidad de no engañar ni hacer cosas que puedan dañar a otras personas. Pero, muchas veces, en el fondo de la cuestión está la vergüenza por inseguridades, el creer que la vida del otro es mejor… Con mucha frecuencia, cuando se habla sobre maternidad y una persona va a pecho descubierto, la contertulia se abre también y aparece esa maternidad más “fea” esa supuesta maternidad real como nexo de unión.
No culpemos a otras madres de nuestras inseguridades. ¡Todas somos fantásticas (y a ratos no tanto)! Que no nos representen, o mejor dicho que no nos identifiquemos totalmente con ellas (¿acaso nos identificamos del todo con algo o alguien?), no significa que no sean reales.Creo que tenemos que trabajar mucho nuestro pensamiento crítico y nuestra seguridad y ser honestas con nosotras mismas y con los demás.
Por supuesto, del otro lado, no contar determinadas cosas es lícito, pero dar una sensación de perfección irreal no favorece a nadie. Igualmente ¡no nos creamos nada! No en el sentido de que sospechemos de todo y pensemos que nos están engañando, sino que intentemos dotar de contexto lo que estamos viendo o escuchando. Un claro ejemplo serían las vacaciones (con hijos). Las fotos en la playa son preciosas pero a ver qué familia no sufre los cuándo llegamos, las rabietas por salir del agua, la falta de espacio en la convivencia con otros familiares…
En conclusión:
(casi) todos los hijos se “portan” mal de vez en cuando, se manchan, no quieren ordenar… Y (casi) todas las madres ejercen 24/7 y quieren lo mejor para sus hijos. Yo aún no he conocido a ninguna criatura ni a ninguna madre que no entre dentro de estas categorías. La cuestión es que cada uno se acostumbra a lo que tiene de forma que para todos hay vidas más fáciles y cómodas que la propia pero, partiendo de esta base…
TODOS VIVIMOS, MÁS O MENOS, LA MISMA “MIERDA”
Y, por si te da la bajona, no olvides nunca de esto:
¿Qué opináis sobre este tema? ¿Creéis que realmente hay una maternidad real?
Si te ha gustado esta entrada, me encantaría que me dejaras un comentario. ¡No sabes la ilusión que me hace! Y ya si la compartes… ¡laperalimonera!
GRACIAS POR LEERME
Comments (22)
Sara
diciembre 10, 2018 at 7:48 am
Qué bueno empezar la mañana con una reflexión así. La verdad es que da que pensar mucho, sobre todo tener interiorizado el concepto de madre sufridora sin vida como persona individual = buena madre. En mi caso personal, voy intentando buscar mis huecos, que ya es un paso. Pero la culpa o la sensación de “me estoy perdiendo una cena y el rato coñazo monumental de acostarles” está ahí. Objetivamente es absurdo, pero lo tengo ahí… Muy dentro. Gracias por el post 😉
Nuria
diciembre 10, 2018 at 9:10 am
Yo creo que es un sentimiento generalizado entre las madres… Por eso es importante que nos apoyemos las unas a las otras en lugar de estar juzgando las distintas maternidades. Un abrazo, SARA, y gracias por tu comentario.
Nuria
diciembre 12, 2018 at 6:48 pm
Qué difícil buscar los huecos… yo creo que es que hay que planificarlos como la visita al dentista jajaaj. Bueno, mejor, al pediatra, que capaces de saltarnos nuestra cita con el dentista .
Muchas gracias por tu comentario
Mis30horas
diciembre 10, 2018 at 9:27 am
Ains tema complicado… a mi la verdad es que me toca las narices las que dan por hecho que una maternidad real es dejar de cuidarte, no salir por que te da pena, grietas horribles en la lactancia y post partos espantosos, no volver a comprarte ropa porque todo es para ellos….
Yo soy muy pringuer y cualquier día palmo del estrés que llevo, pero me encanta bajar a comprar ropa solo para mi, soy friki de las cremitas, salgo a cenar y no tengo ninguna pena por ello (ni les echo de menos ese rato) y he tenido dos post parto geniales con lactancias de flipar desde el minuto cero.
Lo siento pero no soy menos madre que las otras, aunque a lo mejor me quejo un poco menos jejeje
En fin veo que empiezas diciembre con temita polémico, te va la marcha un poco eh jajaja
Nuria
diciembre 10, 2018 at 1:19 pm
La cuestión es que tenemos que respetar cómo lo viva cada una, que dependerá de su personalidad, apoyos, economía, situación emocional y mil cosas más. A mí, personalmente, me parece mucho más sano tu modo de vivirlo pero igual no todas somos capaces.
Te diré que no me va la marcha nada jajaja y que el tema puede ser polémico pero creo que mi enfoque es conciliador.
Muchísimas gracias por tu aportación. Me ha encantado.
Mis30horas
diciembre 10, 2018 at 2:36 pm
Sí es conciliador pero cuando he visto la foto y el título digo verás…. no muy bien escrito como siempre y muy completo 🙂
Ara
diciembre 10, 2018 at 11:05 pm
Tema complicado la verdad. Yo no creo que por sufrir y no arreglartr se sea mejor madre. Yo por circunstancias laborales estoy 24/7 cn el peque y la verdad no tengo tiempo de hacer casi nada para mi (pendiente el inglés, cursos, mimos para mi). Y no creo q sea mejor madre que la vecina. Hay dias q me supera la situación y otros que pienso q son únicos y q no se repetirá la infancia de mis peques. Pero… me encantaría tener algo de tiempo solo para mi. Las maternidades no “reales, como bien dices, no existen. Porque cada una vive y ve su maternidad a su manera. Esta claro que si tienes ayuda en casa la cosa cambia porque eso te permite un tiempo para ti o para tus cosas. IG ya es otro tema y si es cuerto q si estás de bajón y te pilla mal y ves según que cuentas, pues… puedes caer en la tentación de creer q lo tuyo es una caca. Perdón por el rollo. Me encanta tu blog y tu IG besos
Nuria
diciembre 12, 2018 at 6:46 pm
Muchísimas gracias por tu comentario. Me ha encantado. Me alegro de que te guste el blog y la cuenta de IG.
Yo, como he dicho, con la bajona me autoconvenzo de que mi caca es la misma caca que la de los demás jajaja.
Krika
diciembre 11, 2018 at 11:06 am
Como ya te he dicho en el face, opino lo mismico que tú. A mí lo que me da mucha envidia son las madres que tienen ayuda (y perras para contratar a gente y eso). No son menos madres ni las juzgo, of course, pero ¡ay cómo las envidio! jajajaja.
Nuria
diciembre 12, 2018 at 6:35 pm
Jajajaja, te comprendo perfectamente. Sueño con la comida hecha cada día. No por mi, claro. Gracias por comentar, guapa.
Sra Díaz
diciembre 12, 2018 at 10:55 am
Es verdad, cada una se acostumbra a lo que tiene, ésto va viniendo de forma gradual, y según ellos crecen, nosotras también nos hacemos más cómodas con nuestra maternidad.
Nuria
diciembre 12, 2018 at 6:35 pm
Yo espero poder medio respirar según crezcan aunque, claro, entonces se presentarán otras necesidades. Gracias por tu comentario .
Cuestion de madres
diciembre 12, 2018 at 7:50 pm
Como bien dices, todo depende de cada una. Todo es real, ya sea una madre divina que la que va desastrosa. Pero en las redes sociales se muestran muchas maternidades forzadas para la foto y que luego no son así en realidad. Y conozco bastantes casos de estar diciendo una cosa de cara a la galería y por detrás desmentirlo o ser todo lo contrario. Eso es lo que yo considero una maternidad no real.
Luego, un pequeño inciso. Yo decidí dejar mi trabajo y dar prioridad al cuidado de mis hijos sobre el mío. Me ha parecido entender que no sería un buen ejemplo para mi hija. Yo no lo creo porque siempre le digo que ella tiene el poder de elegir lo que quiera hacer con su vida. Que a mí nadie me obligó a hacer lo que hice y que soy más que feliz con la decisión que tomé. Que lo importante es que ella siempre sea feliz con lo que decida hacer. Si he entendido mal la frase puedes editar esto tranquilamente 😛
Nuria
diciembre 12, 2018 at 9:21 pm
No, no, no, por Dios. Me refiero a una mujer que se relega totalmente, que no tiene en cuenta sus necesidades y que absolutamente siempre prioriza a los demás. Eso sí me parece mal ejemplo porque le enseñas a tus hijos que no se tienen que cuidar y querer. A mí una madre que se quede con sus hijos me parece un ejemplo maravilloso de cara a valorar la importancia de los cuidados. Entre otras muchas cosas, vamos.
Sobre los casos que comentas es que no es que no sean maternidad real es que es un engaño jajaja. Qué poco me gusta el postureo. Pero bueno, cada uno tiene sus carencias.
¡Muchas gracias por tu comentario!
Sra. Gafapasta
diciembre 12, 2018 at 8:18 pm
Salvando las distancias, con tu reflexión sobre las madres de IG que se dedican a la moda, me has hecho pensar en mí misma. Es una crítica relativa, porque yo trabajo en diseño gráfico y, a menudo, se puede confundir algo muy automatizado, con un esfuerzo. Es decir, para mí es impensable coger algo hecho (y sobretodo mal hecho) cuando yo misma puedo producir, pongamos el caso, una felicitación de Navidad. Lo que para otras será un esfuerzo, para mí es natural, porque mi valor y mis necesidades estéticas son diferentes. Otras puede decir que pierdo el tiempo (o que me sobra el dinero y se lo he encargado a alguien), pero no.
Mi vida en un suspiro
diciembre 13, 2018 at 9:12 am
Cada una vive la maternidad como quiere o como le dejan. Yo no he dejado de maquillarme ni de practicar ejercicio ni de leer, vamos que no he dejado de hacer casi nada después de tener a mi hija. Al principio si que bajas el ritmo, priorizas y puede que dejes algunas cosas, pero poco a poco he ido recuperando todo.
Yo creo que cada una ha de ser feliz en su propio papel de madre.
Saludos.
Carolina Mamá Ríe
diciembre 16, 2018 at 4:14 pm
Creo que todas las maternidades son reales, cada una en lo suyo, eso va en la personalidad. Yo no soy una madre de las que van monísimas por la mañana, pero porque nunca lo he sido. Cada una que lleve su maternidad como buenamente pueda y quiera.
Refugio de crianza
diciembre 17, 2018 at 4:39 pm
Coincido plenamente con lo que has expuesto. Maternidades reales son todas, incluyendo las que llegan a todo y las que si hacemos tuppers de croquetas jaja. Otra cosa es que tengamos “idealizada” la maternidad real como bien dices por instagram por ejemplo…cuánto daño hacen las rrss .
Yo no soy de pintarme ni arreglarme para estar en un pueblo de 200 habitantes pero por ej si que tengo la casa recogida, cenas y comidas listas y todo más o menos preparado porque me organizo muy bien y aún así, aunque no diga que no llego a todo o no necesite ayuda, mi maternidad es real.
Planeando ser padres
diciembre 18, 2018 at 7:06 pm
Ay, la maternidad real. Reales son todas, vamos porque tienen hijos, viven y respiran, unas mejor que otras y más dignamente eso sí. Yo es que estoy en el lado de la maternidad cutre y no cuqui. A mí me encantaría ser mega molona, y no perder la paciencia y que mis hijos no estuvieran enmierdados todo el día ni comieran directamente del suelo. Pero ¿qué hago? Porque es que aunque quisiera fingir una vida perfecta ¿de dónde la saco? O sea, mis niños no son más rubios, ni se quedan mas quietos porque los apunte con la cámara. Me colaboran poco para el postureo, oye. Lo bueno es asumirlo, saber nuestras limitaciones, admirar a quienes muestran esa cara tan preciosa pero no envidiarlos ni menospreciarlos. O sea, yo entiendo que la gente no quiera mostrar sus miserias en redes, otros sí, otros medio medio… Lo que sí tenemos que saber es que la realidad que nos llega siempre está sesgada, que conocemos una fracción de segundo de la vida de otras personas y el resto del tiempo ¿cómo serán en realidad?
Ideas y materiales para trabajar la lectoescritura jugando –
febrero 25, 2019 at 7:01 am
[…] de Escuela Bitácoras. Ya sé que hay poco tiempo pero, lo cierto es que no hay que ser la típica madreperfecta (que además no existe). Son juegos sencillos y mucho no requieren ni material. Además, nos sirven también para compartir […]
Mummystrip
julio 12, 2019 at 10:07 am
Gracias por compartir esta reflexión.
Para mí no creo que haya una maternidad normal. Porque el concepto de normalidad es muy subjetivo.
Lo que a alguien le parece normal a lo mejor a mí me parece fatal. Por ello creo que hay que elegir entre todos los tipos de crianza y cada persona encontrará su manera de hacerlo.
A mí lo que me chirría son está gente famosa o influencers que nos muestran partes de su vida y es todo postureo.
Por otra parte también me chirría que se identifique la maternidad con sufrimiento, porque es verdad que hay momentos de caos y de ” !!!arggg !!! Qué no puedo mas!!!”. Pero también hay momentos de ” ayy ! Qué te como a besos y te quiero a rabiar!!”
Yo cuando hablo de maternidad real es de mi maternidad, porque es la que me está pasando a mí. Seguramente para otra madre será diferente.
Cada persona es diferente y por ello hay muchas maneras de vivir la maternidad.
Un besico
Nuria
agosto 30, 2019 at 9:05 am
¡Totalmente de acuerdo! Y muerte al postureo